El pasado 2 de Diciembre de 2020 se celebró en Viena la 63 comisión de estupefacientes de las Naciones Unidas. En esta comisión se voto a favor de retirar el cannabis de la lista IV de la Convención Única sobre drogas de 1961, un espacio reservado para las sustancias sin potencial médico reconocido. Esto supone, sin duda, el reconocimiento de las propiedades medicinales del Cannabis y su posible uso en ensayos y fármacos.

La decisión tomada por la ONU responde sin duda a las recomendaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019. En ellas se instaba a eliminar el cannabis de esta lista, al no ser una sustancia “particularmente dañina”.

La OMS dio seis recomendaciones relacionadas con el cannabis y su retirada de las listas de control de drogas de la ONU. Este mismo año, se realizó una primera votación en la que muchos de los países solicitaron más tiempo para estudiar el posible respaldo a la iniciativa. En estas recomendaciones, la OMS aclaró que algunos de sus derivados, como el cannabidiol (CBD), no debería estar sujeto a control internacional al asumir un papel destacado en las llamadas terapias del bienestar.

En la reciente convención, después de dos años de demora, casi todos los estados miembros de la Unión Europea estaban a favor. De este listado, excepto Hungría y numerosos países de América han votado a favor de sacar de la lista IV el cannabis. Un total de 27 países de los 53 Estados de la Comisión de Estupefacientes de la ONU estaban a favor de ello.

propiedades medicinales del cannabis

¿Qué implicaciones tiene?

De esta forma, el cannabis pasa a formar parte exclusivamente de la lista I de la citada Convención. Es en esta lista dónde se encuentran los estupefacientes que requieren de un alto control por su potencial adictivo, pero son accesibles para actividades médicas. Con ello, se reconoce por parte de la ONU las propiedades medicinales del cannabis, lo que es algo muy importante en su evolución como terapia.

Hasta ahora la inclusión del cannabis en la lista IV ha dificultado el desarrollo de la investigación médica. Ésta era posible de forma limitada, ya que al ser considerada una sustancia peligrosa estaba sujeta a controles estrictos en seguridad, transporte y manejo.

Todo esto supone un avance en la posibilidad terapéutica del cannabis, que ha demostrado su eficacia en diferentes situaciones. Entre otras, podemos destacar cuando actúa como inhibidor de náuseas y vómitos asociados a pacientes con cáncer, para la espasticidad en esclerosis múltiple o para aumentar el apetito.

Este reconocimiento, a su vez, supone una oportunidad para el desarrollo de nuevos estudios y ensayos sobre el cannabis.

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Autor:

Laura Taibo
Consultora GMP